Editorial: La resiliencia, un valor superior que puede transformar nuestro entorno vital

Hemos cumplido ya un año en el cual el mundo entero y esta generación han enfrentado los mayores desafíos.

La Pandemia nos ha traído grandes retos, dificultades y tristezas; más de 63.000 muertos en Colombia, 2 millones 700 mil personas fallecidas en el mundo; sin embargo, una mirada positiva de este periodo nos tiene que llevar a pensar en lo que hemos aprendido acerca de la resiliencia, como esa capacidad humana de la mayor importancia.

El mundo entero se ha visto enfrentado al dilema de decidir entre la salud comunitaria versus las posibilidades económicas de las mismas. Finalmente, muchas sociedades incluyendo la nuestra, optaron por decisiones que llevaron a intentar mantener unos niveles de impacto en indicadores de salud manejables en medio de estrategias de reactivación económica graduales.

Nuestro entorno vital y nuestro Hospital, ha sido impactado por estas decisiones. Nos hemos visto afectados por las medidas de los gobiernos locales en dicho sentido. En los intentos por reactivar la economía y permitir la apertura de la misma se ha decidido cerrar los servicios electivos y ambulatorios de las instituciones de salud en alertas rojas intercaladas, que nos afectan directamente. Esto ha exigido de nuestra Institución y de todos nosotros el mayor esfuerzo para asumir estos cambios de la mejor manera. El aumento y la disminución de camas de UCI, dentro de la estrategia de “acordeón” que hemos diseñado para mantener dispuestos nuestros servicios acorde a las necesidades de la sociedad a la que nos debemos, el cierre y apertura de servicios, la nueva patología a la que nos hemos enfrentado de la cual no conocíamos absolutamente nada, la alta mortalidad que ella significaba, la utilización continua de elementos de protección personal que hacen las horas y los turnos más exigentes, el confinamiento y el distanciamiento de los seres queridos de cada uno de nuestros colaboradores, que han enfrentado directamente la atención de los pacientes COVID.

Todas estas razones y otras más demuestran sin lugar a dudas que LA RESILIENCIA es un valor superior, que hemos evidenciado, admirado y agradecido en todos los trabajadores de nuestro Hospital Universitario. El futuro no será diferente, los retos continuarán, los procesos deberán ser distintos, las instituciones que logren niveles mayores de resiliencia, las que se adapten a las nuevas exigencias, las que reaccionen primero, serán las que sobrevivan y las que mayores posibilidades encontrarán.

Evidentemente, lo vivido este año al interior de nuestro Hospital, el compromiso de todos ustedes con nuestros pacientes, con nuestra Fundación y con nuestra sociedad, nos lleva a pensar que nuestro futuro, el cual sin lugar a dudas está en las manos de cada uno de nosotros, será prometedor.

¡Un reconocimiento y agradecimiento muy especial!

  • Por: Diego José Duque Ossa

  • Director General

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