Dolores de cabeza persistentes, cambios de personalidad o pérdida de memoria: síntomas que podrían estar alertando un tumor cerebral

Según datos del Observatorio Mundial de Cáncer, Globocan, cada año se diagnostican en el mundo más de 300 mil nuevos casos de tumores del sistema nervioso central, una cifra que ha venido en aumento debido al envejecimiento poblacional y el acceso a tecnologías diagnósticas más avanzadas. Dentro de esta categoría se incluyen los tumores cerebrales, ya que el cerebro es el órgano central del sistema nervioso. Estos tumores, al originarse en estructuras como el cerebro, el cerebelo o la médula espinal, afectan funciones vitales como el movimiento, el habla, la memoria o el comportamiento y representan un reto clínico por su complejidad anatómica, su difícil acceso y su alta posibilidad de generar secuelas.

En el marco del Día Internacional de los Tumores Cerebrales, el Hospital San Vicente Fundación Medellín hace un llamado a la comunidad para estar atentos a esta enfermedad que puede avanzar silenciosamente. En la institución se atienden anualmente, en promedio, 210 pacientes adultos y 75 pediátricos con tumores cerebrales, incluyendo tanto aquellos que requieren manejo quirúrgico como quienes reciben tratamientos no invasivos. La detección temprana es, sin duda, el primer paso para brindar al paciente una mejor oportunidad de recuperación.

Manifestaciones comunes como dolores de cabeza intensos, alteraciones en la memoria, cambios abruptos en la conducta o dificultades para comunicarse podrían ser señales tempranas de un tumor cerebral, cuya incidencia ha venido en aumento en los últimos años. Gracias a los avances en técnicas de imagen como la resonancia magnética, hoy es posible identificar con mayor precisión estas lesiones en el sistema nervioso central. El Hospital recuerda que el cerebro, al ser el órgano que rige funciones vitales, puede verse gravemente comprometido por el crecimiento de tumores, sean benignos o malignos, lo que puede generar secuelas físicas, cognitivas y emocionales profundas, e incluso poner en riesgo la vida del paciente.

“Los tumores primarios del sistema nervioso representan aproximadamente el 1,4 % de todos los cánceres y son responsables del 2,3 % de las muertes por esta causa. En Colombia, su incidencia anual ajustada por edad se estima en 3,4 casos por cada 100 mil hombres y 2,5 por cada 100 mil mujeres, lo que refleja la relevancia creciente de esta enfermedad en nuestra población. Uno de los mayores retos que enfrentamos los especialistas es que los síntomas iniciales suelen ser engañosos, se minimizan o se confunden con otras afecciones. Dolores de cabeza que no ceden, convulsiones, debilidad en una extremidad, o incluso cambios en la personalidad pueden ser señales tempranas de un tumor cerebral. Dependiendo de la zona afectada, también pueden presentarse alteraciones del lenguaje, pérdida de memoria, alucinaciones, visión comprometida o dificultades para caminar. Son signos que jamás deben ser ignorados”, afirmó la doctora Claudia Gómez Serna, cirujana oncóloga del Hospital San Vicente Fundación Medellín.A diferencia de otros tipos de cáncer que se clasifican por etapas según su tamaño y si se ha extendido a otras partes del cuerpo, los tumores cerebrales se agrupan principalmente en dos grandes categorías: benignos y malignos, de acuerdo con su comportamiento celular, su velocidad de crecimiento y su capacidad para invadir el tejido cerebral sano. Esta clasificación permite comprender mejor el pronóstico de la enfermedad y orientar el tratamiento más adecuado:

 

  1. Malignos: Son cancerosos y tienden a crecer con mayor rapidez, pudiendo invadir y destruir el tejido cerebral sano. También se conocen como cáncer cerebral. Este tipo de tumores suele requerir tratamientos más complejos, que pueden incluir cirugía, radioterapia y quimioterapia, y su pronóstico es más reservado.

  2. Benignos: No son cancerosos, crecen más lentamente y no producen metástasis a distancia. Sin embargo, su ubicación en el cerebro puede generar síntomas neurológicos graves e incluso poner en riesgo la vida del paciente.

     

El Hospital San Vicente Fundación Medellín ha desarrollado un modelo integral para el manejo de tumores cerebrales que combina tecnología avanzada, experiencia clínica y acompañamiento psicosocial. La elección del tipo de cirugía depende de factores como el tamaño, la localización y el origen del tumor. En algunos casos se realizan craneotomías amplias, e incluso cirugías con el paciente despierto, para minimizar los riesgos de daño en áreas funcionales del cerebro como el lenguaje o la movilidad. También se han incrementado los procedimientos por vía endoscópica, que son menos invasivos y permiten acceder al tumor a través de pequeños orificios en el cráneo o mediante las fosas nasales, especialmente cuando se encuentra en la base del cráneo.

“En el Hospital abordamos esta enfermedad de forma multidisciplinaria y con tecnología avanzada, lo que nos permite ofrecer intervenciones ajustadas a las características de cada paciente. Realizamos desde cirugías convencionales hasta técnicas endoscópicas mínimamente invasivas, que reducen el impacto quirúrgico y mejoran los tiempos de recuperación. En casos seleccionados operamos con el paciente despierto, lo que nos ayuda a preservar funciones clave como el habla o el movimiento. Pero más allá del quirófano, muchos pacientes requieren terapias físicas, neuropsicológicas y apoyo emocional para recuperar su calidad de vida, por eso la rehabilitación también hace parte fundamental de nuestro enfoque”, señala la especialista.

El impacto de un tumor cerebral va más allá del diagnóstico y del tratamiento quirúrgico. Muchas personas enfrentan cambios significativos en su vida diaria, desde secuelas físicas hasta alteraciones emocionales y cognitivas que requieren un abordaje continuo. En ese camino, el entorno del paciente, conformado por su familia, cuidadores y comunidad, también puede alterarse. Por ello, el Hospital San Vicente Fundación Medellín trabaja con un enfoque de cuidado integral, en el que distintos especialistas colaboran para brindar una atención que no solo trata la enfermedad, sino que también acompaña el proceso humano que implica vivir con ella.

En el Día Internacional de los Tumores Cerebrales, el Hospital hace un llamado a estar atentos a las señales que el cuerpo puede estar enviando. Reconocer los síntomas, acudir a valoración médica oportuna y rodear al paciente con comprensión y apoyo puede marcar la diferencia entre una vida limitada por el avance de la enfermedad y la posibilidad de un tratamiento efectivo.

 

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