Cómo cuidar el cerebro y favorecer su correcto funcionamiento en todas las etapas de la vida

En julio se conmemora el mes del cerebro, una jornada global promovida por la Federación Mundial de Neurología que invita a reflexionar sobre la importancia de este órgano para la vida, el desarrollo y la salud de las personas. En su edición de 2025, el llamado internacional se enfoca en la salud cerebral en todas las edades, desde la infancia hasta la vejez, en un contexto en el que los trastornos neurológicos se han convertido en una de las principales causas de consulta y discapacidad en el mundo.

En Colombia, el Hospital San Vicente Fundación Medellín se consolida como uno de los centros de alta complejidad más relevantes en el abordaje integral de enfermedades neurológicas. Con un enfoque clínico, preventivo y rehabilitador, el Hospital atiende a miles de pacientes que llegan con enfermedades como accidentes cerebrovasculares, epilepsia, alzhéimer, párkinson, dolores de cabeza, tumores cerebrales, trastornos del desarrollo neurológico, traumas craneoencefálicos, enfermedades autoinmunes y síndromes neuropsiquiátricos.

El cerebro es ‘director de orquesta’ de nuestro organismo, ya que procesa información sensorial, regula emociones, lenguaje y memoria, dirige los movimientos y coordina funciones vitales como la respiración, el ritmo cardíaco y la digestión. Contrario al mito popular, el ser humano utiliza el 100 % de su capacidad cerebral. Lo que ocurre es que diferentes áreas se activan en distintos momentos, dependiendo de la tarea que se esté realizando”, comenta la doctora Yamile Calle López, neuróloga del Hospital San Vicente Fundación Medellín.

En ese sentido, desde el Hospital Infantil San Vicente Fundación, el doctor Carlos Arturo Campo Ternera, neurólogo pediatra, señala que los primeros años de vida son determinantes en la salud cerebral. La identificación temprana de alteraciones en el lenguaje, la conducta o el desarrollo motor permite iniciar intervenciones que impactan positivamente en su capacidad funcional. “El cerebro en la infancia tiene una gran capacidad de adaptación, pero esa plasticidad depende de un entorno estimulante y de un acompañamiento especializado cuando hay señales de alerta, que pueden ser indicios de un funcionamiento irregular”, agrega el especialista.

Según la Organización Mundial de la Salud, más de una de cada tres personas en el mundo tiene alguna afección neurológica, lo que convierte a estas condiciones en la principal causa de enfermedad y discapacidad a nivel global. Esta carga ha crecido, en parte, por el envejecimiento de la población, pero también por el aumento de factores de riesgo modificables como el sedentarismo, una alimentación desequilibrada, el consumo de sustancias, el estrés crónico y los traumatismos craneoencefálicos.

Hábitos de estilo de vida saludable para cuidar este órgano vital:

Frente al creciente impacto de las enfermedades neurológicas, los especialistas del Hospital San Vicente Fundación Medellín insisten en la importancia de adoptar hábitos cotidianos que favorezcan el cuidado cerebral en todas las etapas de la vida. Una alimentación balanceada, rica en frutas y verduras frescas, cereales integrales, pescados como el salmón o la trucha, frutos secos como nueces y almendras, y grasas saludables presentes en el aguacate o el aceite de oliva, proporciona los nutrientes esenciales para el funcionamiento óptimo del sistema nervioso, mejora la conexión entre neuronas y protege frente al envejecimiento cerebral.

La actividad física regular, al menos cinco veces por semana, no solo mejora la circulación sanguínea y la oxigenación del cerebro, sino que también estimula la liberación de endorfinas y promueve la neuroplasticidad, es decir, la capacidad del cerebro para adaptarse y formar nuevas conexiones, fundamentales en el aprendizaje y la memoria.

Dormir entre siete y ocho horas representa mucho más que un descanso físico. Durante el sueño profundo, el cerebro organiza y consolida los recuerdos, elimina toxinas acumuladas y regula procesos emocionales y hormonales. La falta de sueño continuo puede afectar la concentración, el estado de ánimo y aumentar el riesgo de enfermedades neurodegenerativas con el paso del tiempo. Estimular el cerebro con actividades como la lectura, los juegos de lógica, el aprendizaje de nuevos idiomas, la música o incluso cocinar recetas nuevas, mantiene activas funciones como la memoria, el razonamiento, la atención y el lenguaje. Estas prácticas fortalecen las llamadas funciones ejecutivas, esenciales para la toma de decisiones y la vida diaria.

Además, mantener relaciones afectivas positivas, hablar con otras personas, compartir ideas o emociones y participar en espacios sociales no solo beneficia la salud mental, sino que también fortalece áreas del cerebro asociadas a la empatía y la comunicación. Aprender a identificar y manejar el estrés, a través de técnicas como la respiración consciente, el ejercicio o la meditación, también previene impactos negativos en estructuras cerebrales como el hipocampo, involucrado en la memoria.

Por último, evitar el consumo de alcohol, tabaco y otras sustancias psicoactivas es clave para la salud neurológica, ya que estas afectan directamente los neurotransmisores y pueden generar daño estructural irreversible. En términos de prevención, el cuidado frente a caídas en casa o accidentes, es fundamental para reducir el riesgo de traumas craneoencefálicos, que pueden dejar secuelas de por vida.

Motivos de consulta en aumento

En consulta externa, las principales causas de atención neurológica en el Hospital incluyen epilepsias, migrañas, trastornos del aprendizaje, alteraciones del comportamiento y parálisis cerebral. En urgencias, los diagnósticos más frecuentes están relacionados con convulsiones, traumas craneales y cuadros neurológicos agudos que requieren intervención especializada. Esta demanda creciente evidencia la necesidad de fortalecer los servicios de neurología en el país y de continuar ampliando la capacidad instalada para el diagnóstico y tratamiento oportuno.

Con una Unidad de Neurofisiología, resonancia magnética de alta resolución, neurocirugías avanzadas y su Programa de Epilepsia, el Hospital San Vicente Fundación Medellín se consolida como un centro de referencia nacional en salud cerebral.

El mes del cerebro es una oportunidad para reflexionar sobre la importancia de cuidar este órgano vital en todas las etapas de la vida. El Hospital San Vicente Fundación Medellín se une a esta conmemoración a través de un modelo integral de atención que abarca la prevención, el diagnóstico oportuno, el tratamiento de alta complejidad y la rehabilitación de enfermedades neurológicas, tanto en adultos como en niños en Colombia.

 

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