Procura un estilo de vida saludable para tus riñones

Para algunos, un estilo de vida saludable es un hábito que adquirieron desde la niñez; y para otros, es un reto muy difícil de alcanzar.

Sin embargo, nada en la vida es imposible y está claro que todos podemos lograr introducir en nuestras vidas actitudes y decisiones de vida concientes que, poco a poco, se convertirán en hábitos y así podrán trasformar nuestro día a día en un estilo de vida más positivo y saludable.

¿Por qué debo tomar estas decisiones? Pues bien, los malos hábitos desencadenan enfermedades como la obesidad, la hipertensión arterial, la diabetes, la enfermedad coronaria (taponamiento de los vasos sanguíneos del corazón), la enfermedad cerebrovascular (taponamiento o ruptura de los vasos del cerebro) y la enfermedad renal (daño de los riñones). Todas ellas afectan a largo plazo nuestra calidad de vida y dejan secuelas muy difíciles de contrarrestar; por lo tanto, es mejor prevenir que tener que lamentar.

  • La prevalencia de la Hipertensión arterial (HTA) en Colombia es del 6.5% y la prevalencia de diabetes es del 1.9%.

  • El riesgo de desarrollar insuficiencia renal en los pacientes diabéticos es 28 veces superior que en los no diabéticos, y 21 veces mayor en los hipertensos que en los no hipertensos.

  • La prevalencia de la HTA oscila entre el 3,8% al 24,8% en jóvenes con sobrepeso y obesidad.

  • La obesidad en niños y adultos con HTA, por lo general, está acompañada de factores de riesgo cardio-metabólico adicionales como dislipidemia (aumento de los lípidos en la sangre) y alteración del metabolismo de la glucosa.

  • En Colombia, 250 pacientes recibieron un trasplante de riñón, de enero a junio de 2020, de los cuales 55 pacientes eran menores de 18 años; y a la misma fecha, 2660 pacientes permanecían en lista de espera de trasplante renal por enfermedad renal crónica terminal.

¿Qué actitudes pueden ayudarme a prevenir la obesidad, la hipertensión y el daño de mis riñones?

Duerme bien.

La recomendación general es que los adultos deben dormir, como mínimo, por 6 horas; y los niños, por 9 horas. Así lograrás reponer la energía gastada durante el día y tu organismo realizará un metabolismo más activo y eficiente de los nutrientes consumidos.

 

Ejercítate.

¡Muévete! Hay que hacer ejercicio, pero ¿cuál? El mejor ejercicio es el que más te gusta, el que disfrutas, procura entrenar el deporte de tu elección. Si tienes un grupo de amigos interesados en el deporte, ¡mucho mejor! Eso ayudará a estimularte a hacer ejercicio y te hará sentir muy bien. Si no tienes mucho tiempo, no tienes con quién compartir el deporte o detestas los gimnasios, no hay problema, también puedes caminar entre 30 a 40 minutos al día. Si aún ves dificil esta actividad entre semana por el trabajo o el estudio, no te preocupes, estos consejos te ayudarán a activarte:

  1. Usa menos el ascensor y más las escaleras.

  2. Si puedes ir al trabajo o al lugar de estudio caminando ¡perfecto! Incluso podrás ahorrar dinero.

  3. Si usas el transporte público, bájate unas cuadras antes de llegar a casa para poder disfrutar de una caminata corta y agradable.

Evita el uso de sustancias tóxicas.

No fumes, está completamente comprobado que el cigarrillo afecta tu salud y determina un alto riesgo de sufrir hipertensión y enfermedades cardiovasculares. Si no fumas ¡felicitaciones! Mantente en esa corriente, pero recuerda que si a tu alrededor otros fuman, tú puedes ser un fumador pasivo y tu salud también puede comprometerse. Exige a los fumadores dirigirse a los espacios indicados para el consumo o, aún mejor, intenta convencerlos de dejar el cigarrillo. Y si ya fumas, toma la decisión saludable de abandonar ese mal hábito, tus pulmones y todo tu cuerpo te lo agradecerán.

No consumas alcohol de forma exagerada, el consumo máximo recomendado por la sociedad española de nutrición en la dieta mediterránea para adultos es de 1 a 1,5 porciones/ día de bebidas alcohólicas (vino o cerveza) en mujeres y 2 a 2.5 porciones/ día para los hombres.

No te automediques, hay una gran cantidad de medicamentos que pueden dañar tus órganos; y su uso inadecuado y crónico pueden causar una lesión grave e irreversible. Por eso, siempre que tengas algún síntoma que requiera uso de medicamentos, consulta al médico y lleva contigo tu historial de salud.

Establece un buen ambiente a la hora de alimentarte: procura que estos momentos estén ligados con actividades positivas como reunirse en familia o con amigos y conviértelos en un disfrute de charla agradable y positiva, evitando distracciones como pantallas, redes sociales, videojuegos o televisión.

Aliméntate de forma consciente e inteligente.

Nuestros hábitos de alimentación están determinados por aspectos culturales, emocionales, familiares y geográficos, por lo tanto no es fácil cambiarlos de la noche a la mañana y definitivamente las dietas estrictas y restrictivas duran poco, pues nuestra fuerza de voluntad puede flaquear al sentirnos completamente coartados en nuestros deseos más básicos. Es por ello que la decisión más adecuada es aprender a escoger lo más saludable que tienes a tu alrededor, y a disfrutar de estos alimentos dándote la oportunidad de probarlos, pues erróneamente se piensa que solo la comida chatarra sabe bien.

Es importante consumir la mayor variedad de alimentos en las porciones adecuadas, dando una posición privilegiada a los vegetales y frutas, consumiendo una adecuada cantidad de proteínas -ya sea de origen animal o vegetal- y una pequeña cantidad de harinas, grasas y, en lo posible, una mínima cantidad de alimentos ricos en azúcares refinados.

Una clave fácil para conseguirlo es siempre incluir frutas frescas bien lavadas y con su piel en el desayuno, la media mañana y la media tarde, y ensaladas en el almuerzo y la comida (la porción de frutas y verduras debe ser siempre la mitad de cualquier plato). Un aderezo ideal para las ensaladas es el aceite de oliva, pues va bien con gran cantidad de preparaciones naturales de vinagretas. Es importante que consumas verduras y hortalizas frescas, en caso de requerir algún tipo de cocción es ideal realizarlo al baño maría o al vapor, así conservarás su valor nutritivo.

La porción de proteínas debe ser ¼ del plato, ya sea carne de res, cerdo, pollo o pescado –magros y sin piel– o sus equivalentes en proteína vegetal (lentejas, garbanzos, frijol, arveja seca, soya o haba: 1 porción equivale a 150 gramos ); las carnes deben prepararse siempre asadas, a la plancha o cocidas, y haciendo un uso juicioso de las grasas adecuadas. ¿Cómo lograrlo? Muy fácil: elige aceites vegetales como el de canola, girasol, maíz , aguacate y soya para preparar tus comidas; que tus alimentos no naden en aceite. Envasa tu aceite vegetal en un frasco con spray, así tendrás más control de la cantidad de aceite que usas.

La porción de harina que acompañará tus comidas principales puede ser solo una de las siguientes: arroz, papa, plátano, pan, sopa, tortilla, arepa, pasta, cereales integrales, granos etc. Procura cambiar la forma en la que preparas estos alimentos para darte la oportunidad de conocer diferentes sabores de un mismo alimento, te invito a que busques recetas, ¡es muy fácil! están a un clic de internet.



Consume una adecuada cantidad de líquidos, preferiblemente agua, infusiones de fruta, o té sin calorías , jugos naturales y bebidas sin azúcares añadidos, o sin calorías. Evita las gaseosas y las bebidas azucaradas; la cantidad de líquidos que debes consumir es fácil de calcular: la mitad de tu peso la divides entre 10 y la multiplicas por 500, (ej : peso 66 kg (33/10)= 3,3 x 500 = 1650 centímetros cúbicos, es decir, 8 vasos de agua al día).

Consume diariamente leche, yogur, kumis o queso, preferiblemente con bajo contenido de grasa, es decir, semidescremados.

También se recomienda el consumo regular de huevo y algunos alimentos ricos en grasas de origen vegetal como el aguacate, las aceitunas, semillas como las de calabaza o girasol y frutos secos como nueces, almendras o maní sin sal.

Recuerda si estos consejos sencillos se convierten en hábitos, estarás dando un paso adelante para controlar tu peso y evitar la obesidad, la hipertensión arterial, el riesgo cardio cerebro vascular y la enfermedad renal, no olvides: puede que en algún momento tengas el deseo de romper determinado hábito, eso es normal, lo importante es que vuelvas a tu rutina saludable.

¡Anímate! Es tiempo de decidir darte la oportunidad de mejorar tu estilo de vida, y contagiar a tu familia y amigos, en la experiencia de disfrutar las cosas sencillas y saludables, recuerda que si educas a tu hijo con buenos hábitos llegará a ser un adulto sano y feliz.

Referencias bibliográficas:

  • Boletín de prensa No 031 de 2017, Estilos de vida saludables, riñones saludables, 03/07/2017. https://www.minsalud.gov.co/Paginas/Estilos-de-vida-saludables-ri%C3%B1ones-saludables.aspx

  • Pediatrics. Vol 140, number 3, september 2017:e20171904. Clinical practice guideline for screening and Manegement of High Blood Pressure in childrens and Adolescents. 

  • Informe semestral ejecutivo, Red de donación y trasplantes . Colombia enero a junio 2020.

  • Guías Alimentarias, Basadas en Alimentos para la población colombiana mayor de 2 años. ICBF, 2015.

     

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